Por: Francisco Manuel

A mí me impresionaba su técnica individual… Nada de genio. Todo era fruto de trabajo y trabajo entrenando y entrenando. Ha sido, en talento técnico, el mejor jugador que ha visto Europa. Un trabajador obsesivo por la perfección, por mejorar su lanzamiento. Sus movimientos son un clínic perfectamente válido en la actualidad… No era un jugador completo, no digo que haya sido el mejor jugador que haya salido de europa… pues era básicamente ofensivo. Pero en ese puesto, de ofensividad, ha sido el mejor de Europa. Llegó a la NBA. Nada de cuerpo, musculo… pero sus movimientos ofensivos, su técnica, era sobresaliente. Larry Bird lo considero en ese apartado como “el mejor jugador de Europa, y posiblemente del mundo”… “quería ser el mejor jugador del mundo… y trabajaba para serlo”. Sus movimientos técnicos eran perfectos, su ballet era perfecto. Carecía de la fuerza de la raza de color, rapidez en sus movimientos de la raza de color… pero dentro de su “lentitud de movimientos de hombre blanco”, su técnica era perfecta… limpia… perfecta. Siempre dijo, Drazen, que su ídolo era Magic Johnson… y Magic era también eso: técnica y rapidez eléctrica. Drazen solo tenía técnica individual. En Portland ví unas imágenes ofensivas que volvió loco al “microondas” Vinnie Johnson… y estaba delgado… no tenia cuerpo. En los Nets esculpió su cuerpo, su rapidez, su defensa y su deportividad, ya de paso. Iba a ser convertirse en una superestrella, seguro, porque iba a trabajar y mejorar mas y más y más… Para mí y para muchísimos entendidos ha sido el jugador con mayor técnica individual, perfeccion de movimientos y preciosismo de los mismos que haya visto Europa y, puede, solo puede, que haya visto el mundo… Obsesión… trabajo… perfeccionismo… día tras día, día tras día. Narcisista-obsesivo… su perfil de personalidad.
Solo era técnica individual. Eso sí, no la más rápida y eléctrica, pero la más perfecta hasta el día de hoy. No era completo, pero que le digan a Jordan en los juegos olímpicos del 92, los reversos que tuvo que sufrir de Petrovic. Hay una jugada de la final que hay que recordar para los que sepan apreciar lo que es la perfección técnica: “se abalanza hacia canasta… Jordan y Pippen le defienden por donde creen a pies juntillas que iba a ir… pero un reverso les quiebra la cintura y los deja atrás. Ya, Drazen, a sus 28 años, ya era poseedor de fisico y rapidez… ¿hasta dónde habría llegado? Solo vimos al “trabajador obsesivo en sus movimientos ofensivos”… el destino nos dejará siempre con la duda, pues se lo llevó empezando a llegar a lo mejor de su vida… Nos privó de lo mejor. Un Drazen Petrovic, que sin duda, hubiese sido ya perfecto en casi todas las facetas… pues las hubiese trabajado hasta la extenuación. Trabajo, trabajo, trabajo… Solo vimos su faceta ofensiva, y deslumbró al mundo… Imaginaos… imaginaos… su límite era, y lo fue, el Cielo.